Hola, soy María Cortés,

Estudié el Grado en Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Complutense de Madrid en 2011. Y no satisfecha con esto, tras acabar la carrera continué formándome hasta el día de hoy en diferentes ramas: realicé el posgrado de experto en nutrición deportiva, justo después decidí especializarme en alimentación pediátrica e infantil y acabo de terminar un Máster de Nutrición, Medicina y Salud Hormonal Femenina.

Mientras tanto, en cuanto terminé el grado, inicié mi actividad fundando mi propia empresa en octubre de 2016. Me lancé a la piscina y se abrieron las puertas de mi propio espacio: Centro Alimentarte en Guareña, un pueblito de Badajoz. Es un espacio donde compagino sesiones individuales con maravillosos cursos y talleres dirigido a todas las edades.

Además, desde 2019 trabajo con Realfooding, encargándome del servicio de charlas y formaciones a grandes empresas.

Si algo me caracteriza a nivel personal son dos cosas, bueno tres, pero la última diría que no cuenta: la exigencia que tengo conmigo misma a la hora de trabajar, la creatividad y el despiste de no saber dónde he puesto las cosas.

Hola, soy María Cortés,

Estudié el Grado en Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Complutense de Madrid en 2011. Y no satisfecha con esto, tras acabar la carrera continué formándome hasta el día de hoy en diferentes ramas: realicé el posgrado de experto en nutrición deportiva, justo después decidí especializarme en alimentación pediátrica e infantil y acabo de terminar un Máster de Nutrición, Medicina y Salud Hormonal Femenina.

Mientras tanto, en cuanto terminé el grado, inicié mi actividad fundando mi propia empresa en octubre de 2016. Me lancé a la piscina y se abrieron las puertas de mi propio espacio: Centro Alimentarte en Guareña, un pueblito de Badajoz. Es un espacio donde compagino sesiones individuales con maravillosos cursos y talleres dirigido a todas las edades.

Además, desde 2019 trabajo con Realfooding, encargándome del servicio de charlas y formaciones a grandes empresas.

Si algo me caracteriza a nivel personal son dos cosas, bueno tres, pero la última diría que no cuenta: la exigencia que tengo conmigo misma a la hora de trabajar, la creatividad y el despiste de no saber dónde he puesto las cosas.

Algunas personas creen que los nutricionistas somos una especie rara que nada más que somos felices comiendo lechuga y pechuga. Sin embargo, la mayoría de nosotros (y yo me incluyo) somos muy terrenales y tenemos las mismas tentaciones que cualquier persona que no esté dentro del gremio. Yo sé qué me conviene comer, pero eso es muy distinto de lo que me apetece y… ¡claro que a veces me apetecen cosas que nutricionalmente no son interesantes como puede ser bollería, pizzas o hamburguesas! pero soy total defensora de que siendo consciente de la situación, permitirme su consumo y disfrutarlo también es sano porque antes que nutricionista soy persona y, seguramente como a ti, me encanta comer. Y por eso, es en la cocina, entre los fogones, donde desarrollo y le doy rienda suelta a mi creatividad convirtiendo un simple plato de verduras en una auténtica fiesta sensorial.

Creo firmemente que la alimentación no debería ser aburrida y ¿Te puedes creer que a mis 30 años, de tantos platos como me gustan, no sabría decirte cual es mi comida favorita? Eso sí, si tengo que quedarme con un alimento me quedo con el tomate. Me gusta tanto que a veces me lo como a muerdos, a modo manzana. Ah y se me olvidaba, el chocolate 92% jamás de los jamases falta de mi lista de la compra.

Algunas personas creen que los nutricionistas somos una especie rara que nada más que somos felices comiendo lechuga y pechuga. Sin embargo, la mayoría de nosotros (y yo me incluyo) somos muy terrenales y tenemos las mismas tentaciones que cualquier persona que no esté dentro del gremio. Yo sé qué me conviene comer, pero eso es muy distinto de lo que me apetece y… ¡claro que a veces me apetecen cosas que nutricionalmente no son interesantes como puede ser bollería, pizzas o hamburguesas! pero soy total defensora de que siendo consciente de la situación, permitirme su consumo y disfrutarlo también es sano porque antes que nutricionista soy persona y, seguramente como a ti, me encanta comer. Y por eso, es en la cocina, entre los fogones, donde desarrollo y le doy rienda suelta a mi creatividad convirtiendo un simple plato de verduras en una auténtica fiesta sensorial.

Creo firmemente que la alimentación no debería ser aburrida y ¿Te puedes creer que a mis 30 años, de tantos platos como me gustan, no sabría decirte cual es mi comida favorita? Eso sí, si tengo que quedarme con un alimento me quedo con el tomate. Me gusta tanto que a veces me lo como a muerdos, a modo manzana. Ah y se me olvidaba, el chocolate 92% jamás de los jamases falta de mi lista de la compra.

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